Disfruta de los huevos escalfados sobre una abundante base de risotto con queso parmesano. Completa la experiencia bañando el plato con mayonesa holandesa casera. Estamos seguros de que se te hará agua la boca.
Paso 1
Para el arroz: calienta el aceite de oliva y 2 cucharadas de mantequilla en una cacerola mediana a fuego medio. Agrega los echalotes y el ajo y saltea por 1 minuto.
Paso 2
Agrega el arroz y revuelve hasta que todos los granos estén cubiertos y ligeramente translúcidos, aproximadamente durante 2 minutos. Agrega el vino y remueve, a fuego medio-alto, hasta que todo el vino se absorba.
Paso 3
Agrega aproximadamente 1 taza de caldo caliente al arroz y revuelva constantemente hasta que se absorba casi todo el caldo. Continúe agregando caldo caliente, una taza a la vez, revolviendo hasta que se absorba el líquido, antes de agregar más caldo. Usa suficiente caldo para cocinar el arroz hasta que esté al denté y tenga la consistencia deseada. Retira del fuego y agrega el queso parmesano y los taquitos de jamón.
Paso 4
Para la salsa: derrite 8 cucharadas de mantequilla. En una licuadora agrega las yemas de huevo y el jugo de limón. Enciende el motor y mezcla los ingredientes por 10 segundos. Con el motor todavía funcionando, vierte la mantequilla derretida caliente. Continúa mezclando unos segundos hasta que la salsa se espese. No mezclar demasiado. Sazonar con sal.
Paso 5
Para los huevos (sugerencia para modo de servir): huevos escalfados. Sirve el risotto en platos individuales cubiertos con un huevo y mayonesa holandesa. Decora con una pizca de pimienta de cayena, al gusto.
¿No creías que se podía mejorar el brunch? Pues piensa otra vez, porque este risotto con huevos benedictinos sorprenderá hasta a los más fanáticos del brunch. Con queso parmesano, jamón cortado en cubitos, huevos, y salsa holandesa casera, estamos seguros de que será tu plato de brunch favorito. En vez de servir sobre una tostada de pan, los ingredientes se sirven sobre un cremoso risotto.
Como la mayoría de las recetas tradicionales de risotto, debes empezar eligiendo el grano de arroz adecuado. Cuando lo tengas, saltea las cebollas y el ajo con mantequilla. Cuando las cebollas se vuelvan traslúcidas, agrega el Arroz Blanco Carolina® o Arroz Arborio de Grano Medio y cocina hasta que los granos estén ligeramente tostados, aproximadamente durante dos minutos. Agrega el vino blanco seco y revuelve hasta que se absorba.
Después de que el arroz esté cocinado a casi al dente, agrega el Parmigiano-Reggiano y el jamón en cubitos. Ahora, lo que sigue es preparar la salsa holandesa. La buena noticia es que la licuadora se encargará de hacer el trabajo por ti. Mezcla en el vaso de la licuadora los huevos y el limón y licúa hasta formar una salsa de consistencia espesa. Vierte la mantequilla caliente poco a poco, y continúa licuando. Asegúrate de no mezclar demasiado.
Una vez que la salsa esté lista, prueba tus habilidades para escalfar, o fríe un huevo y disfruta de un innovador y sabroso giro a la receta tradicional de huevos benedictinos.