¡Aprende a preparar tu propio arroz frito en casa! Con nuestra receta podrás disfrutar de este delicioso plato con toques de miso blanco y salsa Sriracha. Prepáralo con Arroz Jazmín Carolina®.
Paso 1
Cocine el arroz siguiendo las instrucciones del paquete. Cuando el arroz esté cocido, déjelo apartado para que se enfríe por completo.
Paso 2
Caliente a fuego medio 1 cucharada de aceite de canola en un sartén grande o wok, y cocine en él los huevos, durante 3 o 5 minutos, removiendo constantemente, y hasta que se forme una cuajada suave. Cuando esto ocurra, tranfiera el resultado a un plato y limpie el sartén con papel absorbente.
Paso 3
Caliente a fuego medio-alto en el mismo sartén el resto del aceite de canola y sésamo, y cocine la zanahoria, el pimiento dulce, el apio, la mitad de las cebolletas, el jengibre, el ajo, la sal y la pimienta durante aproximadamente 8 o 10 minutos, o hasta que las verduras estén tiernas.
Paso 4
Añada entonces al sartén el arroz y cocine a la vez qure remueve, durante 8 o 10 minutos, o hasta que el arroz esté bien integrado con el resto de ingredientes. Mezcle después en un bol pequeño el miso junto con el vinagre y la salsa de soya. Cocínelo mientras remueve, durante alrededor de 2 o 3 minutos, o hasta que el arroz esté bien salteado y comience a humear.
Paso 5
Después, agregue los huevos revueltos y añada por encima las cebollas verdes restantes. Por último, rocíe el resultado con salsa Srirancha (opcional).
Si quieres, puedes usar tus sobras de pollo, filete o cerdo en rodajas y añadírselas al arroz frito.
Prepare su sartén grande o wok y disfrute de esta receta de arroz frito con miso blanco y un ligero toque de Sriracha. Siguiendo esta receta podrás disfrutar de un plato vegetariano, pero si quieres también puedes incluir otros ingredientes, como por ejemplo: pollo, filete o cerdo cocidos y cortados en cubitos. También puedes probar otras recetas con arroz frito, como un Arroz frito tailandés con piña o un Arroz frito con tocino.
Si quieres preparar un arroz frito perfecto, prepáralo con sobras de arroz cocido. Si refrigeras el arroz durante toda la noche, conseguirás que los granos queden firmes, y estarán más sueltos a la hora de preparar el arroz frito. Para más consejos, consulta nuestra guía para preparar un arroz frito digno de un restaurante.
El miso es una pasta espesa y texturizada tradicional japonesa, elaborada con soja fermentada con sal y kōji (un tipo de hongo) y, a veces, arroz, cebada, algas y trigo. Dependiendo del tiempo de fermentación, el miso puede tener varios colores, que oscilan entre un marrón pálido similar a la mantequilla de maní hasta un rojo intenso y pardo. De esta misma forma, cuanto más oscuro es el color, más fuerte será el sabor del miso.
Existen 4 variedades de miso: blanco, amarillo, rojo y awase. El más suave de ellos es el blanco, el cual tiene un sabor ligeramente dulce, y se suele utilizar para preparar sopas, aderezos y adobos para pescado. El miso amarillo tiene un sabor más terroso y ácido. Esta variedad es más dulce que el miso rojo y mucho menos salada, lo que hace que pueda usarse casi con cualquier finalidad. El miso rojo tiene un sabor ligeramente amargo y picante, y por esto se suele usar más para preparar sopas contundentes y adobos para carnes. Por último, el miso Awase es una opción más versátil, con características tanto del miso rojo como del blanco.