Acércate a tu despensa y prepara Arroz Blanco Carolina® para disfrutar de esta sabrosa receta de arroz frito al estilo peruano o Arroz Chaufa.
Paso 1
Prepare el arroz en una cacerola mediana siguiendo las instrucciones del paquete; resérvelo.
Paso 2
Mientras que se cuece el arroz, caliente a fuego medio 1 1/2 cucharadas de aceite en un sartén grande y cocine los huevos, removiéndolos continuamente, durante 3 o 5 minutos, o hasta que consiga unos huevos revueltos perfectos. Resérvelos en un plato.
Paso 3
A continuación limpie el sartén, caliente a fuego medio el resto del aceite y cocine el pollo, 1 1/2 cucharadita de sal y 1 1/2 cucharadita de pimienta durante 8 o 10 minutos, o hasta que empiece a dorarse. Retire entonces el pollo del sartén y resérvelo. Después, añada el pimiento, la cebolla, el ajo, el jengibre y el resto de la sal y la pimienta, y cocine durante 8 o 10 minutos, o hasta que las verduras estén tiernas. Por último, incorpore 1/2 taza de cebollas verdes.
Paso 4
Bata en un tazón la salsa de soya junto con el aceite de sésamo, el comino y el azúcar y añada esta mezcla junto con el arroz cocido y el pollo al la sartén; cocine todo junto, removiendo de vez en cuando, durante aproximadamente 5 minutos, o hasta que se mezclen muy bien todos los ingredientes y el contenido del sartén esté caliente. Finalmente, incorpore los huevos revueltos y añada por encima el resto de las cebollas verdes.
Si eres un verdadero amante del picante, te sugerimos que añadas un toque de pasta de ají amarillo.
Las cebollas verdes, también conocidas como cebolletas, tienen un sabor fuerte y ligeramente picante, similar al de las cebollas blancas y amarillas. Utiliza como guarnición la parte verde cortada en rodajas finas y la blanca, tiene un sabor más intenso, para saltearla.
El jengibre es una especia picante de la misma familia que la cúrcuma y el cardamomo, que puede utilizarse tanto en recetas dulces como saladas.
– Puedes conservar el jengibre en la nevera hasta durante 6 meses; cuanto más grande sea la raíz, más tiempo durará. Asegúrate de que escoges una raíz de jengibre que sea sólida pero esté también ligeramente húmeda.
– Si no sueles utilizar el jengibre en la preparación de tus recetas, te recomendamos que congeles la cantidad sobrante. Puedes meter el resto de la raíz en una bolsa de plástico apta para el congelador o congelar directamente el jengibre rallado en bandejas de cubitos de hielo.
– Utiliza una cuchara para pelar la raíz de jengibre, en lugar de un cuchillo o un pelador.
– Si quieres también puedes utilizar jengibre molido, aunque su sabor es mucho más potente que el del jengibre rallado; sustituye 1 cucharada de jengibre rallado por ¼ de cucharadita de jengibre molido. Para esta receta es suficiente con ⅛ de cucharadita de jengibre en polvo.
Pica el jengibre y conviértelo en un encurtido para preparar este sabroso plato de Arroz frito con cerdo al jengibre.