Arroz Vaporizado

El Arroz Vaporizado Carolina® recibe su nombre del proceso de cocinado parcial del arroz en su cascarilla. Este proceso es el que le aporta al arroz su característico color amarillo, además de favorecer a la conservación de algunas de las vitaminas, minerales y granos integrales originales que se encuentran en el arroz. El arroz vaporizado también tiene un sabor sutil a nuez, en contraposición al sabor neutro del arroz blanco.

Nuestro Arroz Vaporizado de grano extralargo es Non-GMO Project Verified, no contiene gluten y es adecuado tanto para dietas vegetarianas como veganas. ¡Pruébalo en cualquiera de tus próximas recetas de arroz!

Cómo cocinar el Arroz vaporizado

La proporción ideal para cocinar arroz vaporizado es de 2¼ tazas de agua por cada taza de arroz añadida. Además, este arroz se puede cocinar tanto en una estufa como en un microondas, una olla instantánea o incluso en una olla arrocera.

Sugerencia de sabor: para realzar el sabor natural del arroz, cocínalo en agua con condimentos, hierbas y aceite, o en caldo.

Sugerencias de recetas

Al cocinarse, los granos extralargos de este arroz permanecen más separados y esponjosos y se pueden usar en cualquier receta como sustitución al arroz blanco tradicional. Utiliza esta variedad para añadir un sabor extra a tu ensalada de arroz, arroz pilaf o tu guarnición de verduras, preparando por ejemplo este Arroz con chile poblano y crema. Si quieres, también puedes preparar con él sopas, pimientos rellenos o cenas con pollo y arroz. Sirve una deliciosa guarnición durante tu próxima reunión navideña, preparando esta Cazuela de arroz con judías verdes o sorprende a tus comensales con un delicioso postre de arroz con leche, con caramelo y crema de arroz. Si quieres, también puedes hacer en casa tu propia harina de arroz y utilizarla para preparar recetas al horno.

Otras variedades de Arroz vaporizado

También disponemos de una variedad de Arroz Vaporizado de Grano Medio, que es ideal para elaborar platos como esta Auténtica paella española de mariscos. Esto se consigue con el almidón que liberan sus granos, con los que se obtiene una textura cremosa natural sin necesidad de añadir ningún tipo de crema de manera adicional.