Si quieres saborear una comida cálida y hogareña, prepara esta receta casera con pollo y arroz. Solo tienes que echar un vistazo a los ingredientes… además de ser exquisita, esta sopa lleva escrita la palabra auténtica por todas partes. Después de probarla te preguntarás por qué no la habías preparado antes.
Paso 1
Prepara el arroz siguiendo las instrucciones del paquete. Combina el caldo, la cebolla, el apio, las zanahorias, el perejil, la pimienta, el tomillo y el laurel en una cacerola grande. Cocina hasta que comience a hervir y remueve una o dos veces. Reduce el calor y cocina a fuego lento y sin tapar durante 10 o 15 minutos.
Paso 2
Agrega el pollo y continúa la cocción a fuego lento y sin cubrir durante 10 minutos más, o hasta que el pollo esté cocido. Retira y desecha la hoja de laurel. Antes de servir, agrega el arroz y exprime el jugo de limón o lima. Decora con cebollas verdes.
Volvemos a lo básico con un receta casera y reconfortante de sopa con pollo y arroz. Este plato clásico es justo lo que necesitas cuando bajan las temperaturas y quieres alimentar tu alma durante un día de frío. También es ideal para esos momentos en los que solo un plato de comida de la abuela lograría alegrar tu día. Obtén todo el sabor de esta sencilla sopa eligiendo cuidadosamente los ingredientes y siguiendo al detalle el paso a paso de la receta. Te aseguramos que no podrás cansarte de la combinación de las verduras frescas recién picadas, el pollo desmenuzado y el caldo bajo en sodio. El toque final de limón equilibra y logra la armonía perfecta entre los sabores salados.
¿Estás acostumbrado a la sopa de pollo clásica pero no eres fanático de los fideos? No te preocupes, el Arroz Blanco Carolina® es perfecto para sustituir los fideos y es justo el ingrediente que hace más especial esta receta. Además, los granos tiernos de este arroz se adaptan a muchos tipos de alimentación y son Libres de Gluten.
¿No tienes Arroz Blanco Carolina®? Intercambia por cualquier otra variedad de Arroz Carolina®.
¿No hay caldo de pollo en casa? Sustituye por caldo de vegetales o combina agua + cubitos o gránulos de caldo.
¿No tienes cebolla? Utiliza cebollas congeladas, mezcla de condimentos, mezcla de mirepoix o chalotas, en su lugar.
¿Sin apio? Intercambia por bok choy, tallos de hinojo, manzana verde, jícama o semillas de apio.
¿No hay zanahoria? Intercambia por zanahorias enlatadas o congeladas.
¿No tienes perejil? Puedes utilizar perejil deshidratado, estragón, orégano, cebollino, cilantro o albahaca.
¿No hay tomillo seco? Intercambia por sazonador para aves o tu hierba deshidratada favorita.
¿No tienes pollo? Intercambia por pollo o pavo asado.
¿No hay jugo de limón o de lima? Sustituye con vinagre de manzana, vino blanco seco o jugo de limón o de lima reconstituido.