Prueba esta excelente combinación de arroz con leche mezclado con lima y horneado sobre una crujiente corteza de pastel. Cubre con merengue casero y disfruta de un postre tan sabroso como sofisticado. Asegúrate de usar Arroz Blanco Carolina® para obtener los mejores resultados.
Paso 1
Precalienta el horno.
Paso 2
En un tazón mediano, bate las yemas de huevo hasta que estén completamente mezcladas. Incorpora la leche condensada azucarada. Agrega el jugo de lima y mezcla hasta incorporar. Agrega el arroz cocido y enfriado y mezcla hasta combinar todos los ingredientes.
Paso 3
En otro recipiente, bate las claras de huevo con cremor tártaro hasta que estén espumosas. Continúa batiendo, añadiendo 1 cucharada de azúcar a la vez, hasta que se formen picos rígidos.
Paso 4
Añade 6 cucharadas de merengue en la mezcla del relleno y remueve con movimientos envolventes. Vierte en el molde para pastel y decora la parte superior con el merengue restante. Dora en el horno.
Paso 5
Enfría durante 3 horas y disfruta.
El pastel de lima, por sí mismo, es un postre delicioso, pero combinado con el sabor y textura del arroz con leche tradicional, se vuelve un postre indescriptible.
Al incorporar Arroz Carolina® a la receta del clásico pastel de lima, añades nueva textura, más esponjosa. Combinado con los demás ingredientes, logras un postre con diferentes capas de sabor. Siéntete libre de usar una corteza de pastel congelada o precocinada o, si te gusta la repostería, prepara tu propia corteza casera con galletas Graham. Si no tienes limas de la variedad ‘Key Lime’ a mano, usa limas normales o incluso limón.
Primero, debes separar cuidadosamente las yemas de las claras de los huevos y reservar en recipientes diferentes. Si nunca lo has hecho, no te preocupes, ¡es más sencillo de lo que piensas! Rompe un huevo en dos y deja que la clara fluya, asegurándote de mantener la yema dentro de la cáscara, sin que se rompa. Con cuidado, traspasa la yema del huevo de una mitad de cáscara a la otra, dejando que la clara caiga sobre el tazón. Repite este proceso hasta separar por completo. Existen utensilios de cocina que te pueden ayudar a hacerlo, pero este método tradicional es el más eficaz.
Para hacer el merengue, bate las claras del huevo y el cremor tártaro en un bowl grande. Puedes hacerlo con un batidor manual o con una batidora eléctrica. Bate hasta conseguir una textura espumosa, de aspecto similar al de una nube. Una vez las claras hayan alcanzado este punto, agrega poco a poco 1 cucharada de azúcar y sigue batiendo hasta que la mezcla que empiece a endurecerse. Este merengue es el que vas a usar para decorar el pastel. Cuando lo sirvas, lleva al horno por unos seguros y dora ligeramente. Ten mucho cuidado con la temperatura para evitar que se queme.